by Lucy Andino
Maestra de danza
Hace mucho tiempo tuve la oportunidad y la revelación del Espíritu Santo de fundar el primer ministerio de danza para la alabanza de su Gloria; en el Ministerio Apostólico y Profético Fuente de bendición.
El Señor Jesús me instruyó por medio de su Espíritu Santo como debería hacer para establecer ese ministerio y que dicho ministerio diese: fruto digno para El, fuese punta de lanza, reparador de portillos, y sobretodo guiado por su Espíritu. Ya hace más de 10 años de que se fundo ministerio de danza SIMJA-SHADDAI, en este tiempo han permanecido, han fundado, han apoyado y ayudado a otros ministerios de danza.
Compartó con ustedes algo de lo que él Espíritu Santo me ha enseñado a través de los años sobre la danza. Esperando sea de mucha bendición para sus vidas. Recordemos de gracia recibiste dad de gracia.
1. Dirigido por el Espíritu Santo.
Gálatas 5:22-23
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Pone, querer como el hacer
Filipenses 2:13
Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Dios siempre levanta al líder que dirigirá, a los líderes de apoyo y los miembros del ministerio; para ello debe haber sujeción absoluta al padre de la casa (Apóstol y/o pastor), sin su aprobación no se puede levantar un ministerio, aún cuando tengamos el sentir o el llamado de Dios.
Es esencial la oración e integridad, tanto del líder como de los miembros; pues Dios por medio de su Espíritu Santo será quien ira añadiendo cada miembro, pueden ser muchos los que quieran integrarse; pero será El espíritu quien elija, por eso se debe estar en una constante comunicación con el Altísimo.
Ya dentro del ministerio; es muy importante que sean instruidos en la palabra antes de ministrar, será un tiempo que va llevar y permitir al líder darse cuenta de sus frutos, de su carácter y de la motivación de su corazón.
Revela el llamado, dones y talento
Efesios 1:17
Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
El grupo debe reconocer la importancia de que su llamado es divino y no de hombre. Por lo cual se debe de caminar en santidad dentro y fuera de la iglesia en la comunión íntima con él Espíritu Santo debe ser la meta diaria para hacer su voluntad; esto es un honor y un gran privilegio.
2. ¿Qué bases se necesitan?
Ser un buen líder (maestro)
1 Timoteo 3:8
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;
El adorador debe de tener un corazón moldeable, humilde y obediente; es importante que una vez que se haya iniciado el ministerio; tener un tiempo juntos de enseñanza, oración y ensayo (preparación física). En este tiempo el grupo debe luchar por aplicar cada principio que se está aprendiendo, para que Dios obre en los corazones; no es fácil ir venciendo nuestra naturaleza vanidosa, egocéntrica, temerosa e insegura; pero si estamos claros que Dios está interesado en moldear nuestro carácter; sabemos que todo obstáculo o adversidad serán para que nuestro corazón sea transformado para su servicio, hasta llegar a ser a la estatura del varón perfecto que es Jesucristo.
Debemos permitir que El Señor quite todo lo que estorba, luchar cada día por morir al YO buscando anhelante su rostro y hacer su voluntad; esas son características de un adorador que anhela su presencia y esto requiere un esfuerzo.
a. Responsabilidad, fiel, corazón de siervo.
La responsabilidad, la puntualidad, el compromiso y la actitud ante la exhortación; revelara al líder el carácter y la disposición del adorador; por tal motivo se debe de hacer gran hincapié en ello, pues es importante para formar adoradores responsables y de excelencia, que servir al Señor con honra como Él se lo merece.
b. Ayuno, orar, discernimiento (llamado a la intercesión) y firmeza.
Dentro del grupo es vital ir descubriendo los dones y aptitudes de cada miembro esto se obtiene por medio de Ayuno, orar, discernimiento (llamado a la intercesión) y firmeza. Cada uno tiene que desarrollar la función a la que ha sido llamado, independientemente de la Adoración. Por ejemplo, algunos tendrán la habilidad de llevar la administración; otros tomarán parte en la intercesión y ministración, otros el discernimiento para crear los trajes e instrumentos, claro dados por el Señor. No se debe de olvidar que son un equipo y que todos se necesitan mutuamente, pues en la unidad esta la victoria.
c. Disciplina, buen ministrador y administrador
1 Pedro 4:10
Cada uno según el don que ha recibido, ministren a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Tito 1:7
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
1 Corintios 4:1-2
1 Así, pues, tengamos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.
Dios dará al líder la visión y las pautas a seguir los demás miembros aportaran ideas, compartirán con el líder sus opiniones, palabras profética e incluso sueños; y todas estas podrían ser confirmaciones de algo que él Espíritu ya le mostró al Líder; pero cada miembro debe de tener claro que las decisiones serán tomadas por el líder; pues Dios respalda su llamado y su posición ante el grupo y es Dios quien le confirmara en su corazón que debe hacer; aunque se equivoque, Dios será quien trate directamente con el líder; así que los miembros deben de tomar la actitud correcta de orar y pedirle a Dios que obre y; por ningún motivo; guardar rencor o resentimientos pues esto detendrá el fluir del Espíritu en su vida y en el grupo, dándole cabida al enemigo.
Siempre se debe dar la libertad al espíritu, pero con orden; Dios es un Dios de orden, la libertad que viene del Espíritu debemos cuidar que no sea confundida con nuestras emociones; por eso al estar atentos y tener un líder lleno del Espíritu, abierto a lo que el Señor desea, considerara los instrumentos que el Espíritu utiliza, cuidara que no halla confusiones.
d. Capaz de aceptar corrección
Recuerda que toda autoridad es puesta por Dios; la gloria es de Dios y para Dios. Nadie es indispensable para que la obra de Dios se haga. Recuerda que el Señor es capaz de utilizar una piedra o una asna con tal de que el mover profético no se detenga; por ello es importante que cada miembro entienda que tiene una función especifica e importante en el grupo. Dios no hace acepción de personas, el no ve la habilidad sino el corazón del hombre, ahí es donde se debe permitir que cada día seamos moldeados por el espíritu.
Como líderes también nos equivocamos y muchas veces creemos que por ser el líder somos los que mandamos, un buen líder es quien reconoce sus errores y los cambia, es quien guía y enseña.
e. Mantener unidad y no división
1 Corintios 1:10
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis toda una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Juan 17:21-23
21 Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
La unidad en el Espíritu, que manifiesta a Cristo, que atesora la verdad y que ama humildemente está diseñada por Dios para tener por lo menos dos objetivos: un testimonio al mundo, y una proclamación de la gloria de Dios. El apóstol Juan deja claro el primero de estos: “Un mandamiento nuevo les doy: ‘que se amen los unos a los otros;’ que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros. En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros” (Juan. 13: 34-35).
Ser un buen miembro
a. Pies de sierva (Llevar mensaje de salvación)
Mateo 28:18-20
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Por medio de la danza al interceder provocamos: liberación, sanidad, restauración, arrepentimiento, redención, gozo y bendición.
b. Punta de lanza
Ezequiel 22:30
30 Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
Isaías 49:1-2
1 oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. 2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba;
Colocarse en la brecha abriendo camino para que el Señor manifieste su poder, gloria y derrame de su Espíritu y bendición.
c. Reconociendo que somos adoradores en espíritu y verdad
Juan 4:23-24
23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Como un ministro debemos reconocer que somos adoradores en espíritu y verdad llevando a cabo la Adoración como un estilo de vida, caracterizados por el compromiso, la entrega y la pasión en la ejecución de las danzas.
d. Engrandecer el reino de Dios ministrando las almas para que puedan llegar al arrepentimiento.
Mateo 3:8
8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
Mateo 9:13
13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
Lucas 15:7
7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Como embajadores de reino y sacerdotes de Jesucristo debemos de dar fruto de arrepentimiento mostrándonos como cartas leídas y dar un buen testimonio de lo que el Espíritu santo hace continuamente en nosotros.
Comments